Las plantas de tratamiento de agua potable convencionales son capaces de remover turbiedad, sedimentos, microorganismos, dureza, olor, color y las características que se requieran dependiendo del estado en que se encuentre el agua cruda. Los fenómenos ambientales provocan un fuerte impacto en la variación de la calidad del agua de fuentes de abastecimiento, exigiendo que los procesos de potabilización respondan a tales variaciones y mantengan los estándares de la calidad en la producción de agua segura. Por eso es tan importante que se asesore con los mejores para adquirir la planta de tratamiento que cumpla con sus necesidades